Sobre Nosotros

El Credo de la U.S.I.C.G.A.N.

Servir en la Asociación Internacional de Capellanes Guardianes a Las Naciones de los Estados Unidos (U.S.I.C.G.A.N.) es un llamado que solo unos pocos responderán, pues la misión es constantemente exigente y difícil. Y cuando lo imposible se ha logrado, la única recompensa es otra misión que nadie más intentará. Como miembro de la U.S.I.C.G.A.N., soy un voluntario probado que busca únicamente salvaguardar el honor y el prestigio de mi comunidad y de aquellos que necesitan ayuda. Me comprometo a mantener mi cuerpo, mente y vida espiritual en un estado constante de preparación.

Defiendo la misión de mi unidad con amor, compasión y dedicación, ya que mi único aliado verdadero es el Espíritu Santo y el elemento de la voluntad de Dios. Mi forma de ser es la del Capellán: un Profesional Silencioso, pues vivir en santidad es un estilo de vida. En la batalla, enfrento con entusiasmo cualquier circunstancia que se dé, ya que me ofrecí como voluntario para estar al frente, donde la necesidad es mayor. No temo al sufrimiento ni a la angustia, ni subestimo la voluntad de hombre ni contra enemigo.

La misión y mi valiosa carga como Capellán son mi preocupación. Nunca me rendiré. Nunca abandonaré a un camarada caído para que caiga en manos del enemigo, y bajo ninguna circunstancia avergonzaré a mi Dios, país y persona.

Valerosamente demostraré al mundo que los Capellanes que apoyo son miembros especialmente seleccionados y bien entrenados en el camino de Dios.

Sirvo con el recuerdo y el orgullo de aquellos que me precedieron, porque amaban luchar, luchaban para ganar y preferían morir antes que rendirse.

Job 23:10 dice: “Mas él conoce mi camino; me probará, y saldré como oro”.